Los destellos del sol tocaban
tu piel morena
mi niña traviesa
mientras tu sonreías
al sentir su calor.
Tu cabello suelto brillaba
cual perlas preciosas,
y tu cara irradiaba
de la luz más pura.
Por breves instantes
en mi mente divagó
la idea de ser tu primer amor.
Tus pies descalzos componían melodías
al compás del sonido que hacían
las hojas al quebrarse por el andar de tus pasos.
¡Ay mi niña traviesa!
como juegas con mi corazón
y el sol es tu cómplice
por iluminarte como lo hace,
con esos destellos traviesos
que se posan por todas partes
jugando a ser un arco iris
al atravesar las gotas de rocío
que corren sobre tu piel.
El olor del campo
no dejan que mi mente deje de pensarte
y mi corazón de anhelarte,
esperando que tus labios toquen los míos
suavemente como los destellos del sol
tocan las hojas del campo
llenándolas de vida y de amor.
Escrito por: Cándida Rosa Corado Rivera
Imagen: http://www.lachicadelacasadecaramelo.com/2014_01_01_archive.html
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